viernes, 23 de diciembre de 2011

DESARROLLO CULTURALMENTE SOSTENIBLE...O el eructo de Homer Simpson.


EL EQUILIBRISTA (artículo publicado en la Voz de Almería )

Por Juan Pardo Valera. Director de la revista Paraíso Natural


 Mucho se ha hablado en los últimos años del desarrollo sostenible. Tanto  que se está convirtiendo en una palabra quemada: socialmente correcta, políticamente imprescindible y prácticamente inservible. En un foro propiciado por una conocida entidad financiera almeriense,  en el que participé hace unos meses,  un afamado arquitecto sostenía lo siguiente: “los campos de golf  son la quintaesencia del desarrollo sostenible; porque lo tienen todo: naturaleza, construcciones, deporte... y hasta los pájaros son más felices”. Un empresario, muy vitoreado por la mayoría de los asistentes, apostillaba que: “el único futuro viable para nuestra provincia es tirar los hoteles de la costa y construir urbanizaciones de turismo residencial para los europeos del norte; porque Almería es una provincia vacía...”
Los niños y jóvenes de Overa reviviendo sus tradiciones. Carnaval de Máscaras de camisas o Peloteros.

 Claro, esto del desarrollo sostenible tiene tantas visiones como intereses. Y las anteriores opiniones, por muy disparatadas que nos parezcan, se siguen propiciando  y publicitando por muchos poderes privados y públicos.

Desde la visión de conservación del medio natural está claro que el único desarrollo que nos podemos permitir  es aquel que la propia naturaleza pueda soportar sin alterar sus  valores esenciales y ciclos vitales de flora, fauna, paisaje, clima...



La ganadería ha sido históricamente una fuente de ingresos equilibrada. Foto. J.Pardo

 Desde el punto de vista socio-económico es aquel que garantiza un desarrollo sostenido sin agotar los recursos que lo generan. Pero el motivo de la presente reflexión se centra en una visión menos debatida, más sutil e incluso, para muchos, de menor importancia: el desarrollo culturalmente sostenible.



La tipología constructiva tradicional no debe perderse. Es bonita, práctica, sostenible: LA NUESTRA...
     La provincia de Almería, nuestra tierra de Overa y nuestro mediterráneo, han sido históricamente tierra de paso. Se han enriquecido de cien culturas. Ha sido  tierra acogedora por excelencia. Nuestras cortijadas, aldeas, pueblos... han necesitado cientos, miles de años para conformar su población y el rico entramado de costumbres, tradiciones, gastronomía, fiestas... cultura en definitiva. Somos el fruto de lo que las generaciones  de nuestros antepasados han creado con una lucha sin tregua para adaptarse a la naturaleza y adaptar a ésta a las necesidades del hombre.


Con una mirada al pasado: formas de vida y prácticas sostenibles. Foto: Ana García

      Y lo más importante, humanizando esta lucha con tantas y tantas tradiciones que nos hacen distintos, especiales, únicos: gastronomía (migas, pimentones, gachas, cuajaderas, pelotas...), bailes (verdiales, de ánimas, parrandas,…), carnavales (peloteros, mascaritas de “curú curú”...), tradiciones de cosecha y matanza (los tiestos, las panochas “colorás”, los ramos...), la riqueza de nuestro  patrimonio arquitectónico tradicional (arquitectura nijareña, alpujarreña, levantina...), romerías, cuadrillas, fiestas populares, expresiones del lenguaje, afabilidad... la esencia de lo que somos.


La agricultura ha sido y puede seguir siendo nuestra actividad económica fundamental. ¡Pongámonos al día...!
  Y todo para mayor gloria de “cuatro gachos trajeaos y tres politiquillos aficionaos”,  que juegan a medir el futuro y la felicidad del pueblo en tantos por ciento del PIB, que nos quieren hacer creer que si no se construyen cientos de miles de adosados al año no tenemos porvenir, que el “turismo residencial” es turismo y es residencial. Y toda la sarta de necedades interesadas que nos vemos obligados a tragar todos los días.
El Flamenco una de nuestras raices culturales que tenemos que cuidar.

         Estoy muy orgulloso de sentirme argárico, fenicio, romano, godo, árabe, caballero andante, hijo de emigrante, un poco bohemio y mucho soñador... y no reniego de ser algún día europeo, pero sobre todo ciudadano del mundo. Pero por favor piano, sin prisas, “poquico” a poco. Que lo soporte  nuestra naturaleza, lo asimile nuestra mente y que nuestros hijos sepan quiénes son, de dónde vienen sus raíces y lo más importante: que luchen por un futuro mejor, más solidario y humano, como sus padres les enseñaron. Respeten sus tradiciones y las enseñen a las nuevas generaciones.


Estoy muy orgulloso de sentirme argárico, fenicio, romano, godo, árabe, caballero andante, hijo de emigrante, un poco bohemio y mucho soñador... Foto: J.Pardo

* Por una Overa con futuro, pero futuro medido en desarrollo sostenible, en trabajo y riqueza para todos, en conservación y recuperación de las tradiciones, costumbres y la naturaleza. Una Overa rica en felicidad y solidaridad con propios y extraños… pero que no se deje engañar por cantos de sirenas, por la desproporción del ladrillo y la invasión de costumbres ajenas…


El comercio tradicional, las nuevas tecnologías, la comercialización, la recuperación cultural... ¡¡Nuevos tiempos; nuevas formas... pero respetando las raíces que nos hacen ser grandes...!!
 

lunes, 19 de diciembre de 2011

OVERA
              Origen etimológico.


            Por Alonso Martos Sánchez.



Se ha planteado recientemente el interrogante acerca del gentilicio de nuestra querida Overa; y la respuesta está en su origen etimológico.

Una vez más recurrimos a nuestro ilustre juez e historiador D. Enrique García Asensio quien dice que “conocer la etimología de Huércal y Overa es antecedente preciso para indagar la antigüedad de nuestra villa y tener un punto de partida concreto (…).Tenemos por cosa cierta que antes de la invasión agarena, existía algo muy antiguo en nuestra comarca, que implicaba la presencia de otros hombres y de otras razas en ella (…) puesto que hallamos signos de explotaciones y ruinas de edificaciones, que alcanzan indudablemente a época de la dominación romana y aún a más antiguos tiempos”.


Por ello requiere la opinión de expertos en el tema , siendo éstas las respuestas obtenidas:

  • Opinión de D.Pedro Díaz Cassou (De Murcia): Este competentísimo literato fue consultado sobre la etimología de la palabra Overa y expuso lo siguiente:”En tiempos de los moros, existía en la antigua Vera, en árabe Baira, una sierra que ellos denominaban HOBERI – color de melocotón - que produjo el nombre español de Overa. En dicha sierra había un castillo ( Hins-al-Overa ) a cuyo pie formóse población que llamóse como el castillo y la montaña.


  • Opinión de D. Ignacio de Torres y León: En cuanto a Overa ...debemos hacer constar que el geógrafo árabe Mohamed Edrissí, la cita con el nombre de Aber arráteba, o los Pozos de la Cuesta, según opinión de D. Eduardo Saavedra, en su libro Geografía de España del Adrisí.
  • Opinión de D. Alfonso Manuel Cano: Esta antigua población, sita en la margen izquierda del río Almanzora, a la falda de la cordillera la “Sierrecica” fue en tiempos pasados un anejo o suburbio de la antigua ciudad de Baria – Vera – que le era cercana, y como no es lícito cuando está conocido un dato muy justificado acudir a buscar otras conjeturas por meras hipótesis, yo tengo como cosa averiguada que la palabra Overa procede de la de Baira. Así y después que se mandó, por consecuencia de la rebelión de los moriscos, fundar la villa de Huércal y Overa sobre la antigua aldea de Huércal, despoblándose a Overa, resultó que con el nombre de las dos se formó la actual Huércal-Overa.

Más recientemente, D. Salvador Fontenla Ballesta, coincidiendo con esta última opinión, afirma que “Overa puede proceder de Vera, que a su vez procede del latín vulgar Baria o Barea, con significado de <<orilla, margen>> (Galmés 1983, 208), en clara alusión a su asentamiento sobre el río Almanzora.”


Todavía utilizamos la palabra vera para referirnos a orilla o lado. Decimos: - ¡Siéntate a mi vera!


Pues bien, amigos, si overa proviene de Vera y el gentilicio es veratense, la lógica deducción es que el gentilicio de Overa es overatense.

Queda dicho y ...”no hay más cera que la que arde”; o tal vez sí...







domingo, 18 de diciembre de 2011

LA PANADERÍA DE OVERA. Por Isabel Parra

LA PANADERíA DE OVERA
Por Isabel Parra Parra

Corría el año 1973, cuando a mis padres, Francisco de Zurgena y Julia de Overa, que eran emigrantes en un pequeño pueblo de Francia,  les rondaba la idea  de volver  a sus raíces. Empezaron a pensar en qué podían trabajar cuando volvieran   y se les ocurrió que una panadería podía ser algo novedoso que proporcionara  el sustento para su familia en la tierra donde se habían criado y así poder volver a sus orígenes y a su añorada tierra de Overa. Mientras maduraban esa idea en la cabeza, Francisco empezó a aprender el oficio, ya que no venía de tradición, en una panadería en Francia durante los fines de semana. Se pusieron en contacto con el Servicio de Migración y consiguieron la licencia ya que en el pueblo había un total de 1.290 habitantes, que era el mínimo exigido en aquella época para tal fin.
El día 2 de junio de 1973 dejaron atrás sus vivencias de 15 años en Francia y llegaron a Overa con sus 2 niñas, cargados de ilusión en el comienzo de una nueva vida como empresarios en su tierra. Comenzaron a arreglar el local, y mientras tanto, Francisco seguía con el aprendizaje del oficio en una panadería de unos amigos en Fines. La maquinaria fue traída de Alcantarilla (Murcia) y de Valencia.


El horno de leña (que ya quedan pocos) fue traído desde Madrid (Hornos Maeso), y tuvieron que venir varios montadores e ingenieros para poder montar una maquinaria tan pesada.
Por fin, el día 2 de noviembre de 1973, la panadería abría sus puertas y se comenzó a hacer pan, tras la bendición del párroco D. Bernardo.
 
¡Que olor más agradable había llegado a esta tierra! Como curiosidad contar que el medio kilo de pan, costaba a 7 pesetas, y la barra de cuarto a 5 pesetas.
Una vez comenzada su andadura como panaderos, Julia, empezó a recuperar recetas de dulces tradicionales y comenzó a elaborarlos, para su venta: bollos de miel, rollos de naranja, roscos de vino, pasteles de cabello de angel, mantecados, bizcochos, roscos de viento, y por supuesto la especialidad de la casa, que eran los sobaos, podíamos encontrarlos en la panadería. ¡Quien no recuerda aquel olor característico a sobaos,  los viernes por la tarde a la caída del sol! Sabemos que en más de un hogar aquellas noches, la cena era chocolate con sobaos……..

Fue un oficio duro, ya que la jornada comenzaba a las 2 de la madrugada para que a las 6 de la mañana, hora en la que la gente preparaba sus “morrales” para ir a trabajar, tuvieran el pan listo, y los niños se llevaran al cole su bocadillo con pan recién hecho. Una vez hecho el pan del día, Julia se ponía en el despacho y Francisco cargaba su furgón con pan y dulces, para repartirlos en los alrededores. El pan llegaba a La Concepción, Santa Bárbara, el Pilar, Palacés y hasta Zurgena. Todo el día la panadería estaba abierta, no había horarios. Solo se cerraba el domingo o algún festivo.


Cuando llegaban las fiestas, había que trabajar más. En las fiestas de la Virgen de la Soledad, el pueblo se llenaba de familiares, gentes llegadas de todos los rincones,  con lo que se consumía más pan. Y…¿quién no recuerda aquellas noches, cuando ya apetecía algo calentito después de la marcha, llegar a la panadería y saborear un trozo de pan caliente con aceite de oliva y sal? ¡Qué bien sentaba!
Al llegar las navidades, el horno era un ir y venir de gentes. Una vez se terminaba de cocer el pan, se abría la panadería para todo aquel que quisiera cocer los dulces que ellos mismos hacían en sus casas. Toda la familia nos preparábamos para pasar horas y horas delante de la puerta del horno, cociendo los dulces.  Recuerdo a las mujeres con tablas de madera en la cabeza portando los sobaos , con toda la ilusión de cocer sus dulces en el horno. ¡¡A más de una se le han dormido los sobaos, y se pasaban la noche y el día colocándoles el calor del brasero para despertarlos ¡! También los carretillos llenos de latas con pasteles, mantecados, etc.
Era una época en la que además se preparaban en la panadería cajas de dulces típicos,  con las diferentes variedades. Era tradición que la gente que venía a pasar las navidades con  sus familias, se los llevaran a sus lugares de residencia, y así durante unos días añoraban menos su tierra.
Al finalizar la Semana Santa, el domingo de resurrección, se iba de meriendas. Aparte de la gran cantidad de sobaos que se hacían para esos días, lo más tradicional era el hornazo (masa de sobao, con forma alargada y huevo en medio, adornado con tiras y azúcar). ¿Quién no ha llevado alguna vez en la mochila este rico dulce para el postre o la merienda….?

Y como todo, en agosto de 1998, después de 25 años de trabajo en la panadería, llegó el momento de la jubilación. Francisco y Julia, muy a su pesar, decidieron dejar el negocio, para poder descansar de tan dura vida, aunque con el corazón roto, por abandonar el oficio que tantas satisfacciones les dió.  Porque los años pasan…. y nos hacemos mayores, y como ellos dicen, ya faltaban las fuerzas, de tanto madrugar, de noches sin dormir, de no tener vacaciones, pero con la satisfacción de un trabajo bien hecho.

De momento, la panadería está cerrada pero nunca se pierde la esperanza de que alguien vuelva a abrirla. Se conserva intacta, tal y como quedó el día que se cerró. Sería bonito volver a ver en Overa una panadería abierta,  que nos volviera a envolver de esos olores característicos que un día tuvimos la suerte de disfrutar.


Julia y Francisco felices en su panadería

jueves, 15 de diciembre de 2011

ERMITAS E IGLESIA PARROQUIAL DE OVERA por Alonso Martos Sánchez.


       La mayor parte de esta información se la debemos a D. Enrique García Asensio, quien en su obra "Historia de la Villa de Huércal-Overa y su Comarca" nos da cuenta detallada acerca de la construcción de las Ermitas e Iglesia de la Soledad en la diputación de Overa. Hasta el punto de darnos a conocer la Ermita de San Agustín, popularmente llamada La Capilla del padre Ayas en la casa de Dña. María Molina.

No hace referncia a la Ermita del Pilar ni a la de Los Navarros  por la obvia razón de no estar construida en aquellas fechas, sino bastantes años después. Tampoco hace mención  al barrio del Pilar, pues por entonces no se llamaba así; eran varias cortijadas con diferentes nombres ( Los Gavilanes, Las pantorrillas...) las que configuraban el citado barrio.

*Ermita de Santa Bárbara.

Ermita de Santa Bárbara.
Es la más antigua, pues erigida en Iglesia a raíz de la Reconquista,  celebraron la misa en ella los clérigos lorquinos D. Juan de Otón y D. Pedro Oller, cuando en las festividades venían de dicha ciudad a los lugares de Huércal y Overa al efecto.

El culto en la citada Ermita se interrumpió después del Alzamiento de los moriscos del reino de Granada, pues los del lugar quemaron la Iglesia, y no se restableció hasta la reedificación de la misma a costa del escribano de Huércal-Overa, D. Pedro Sánchez Rubio, en 1708, y en terrenos de su propiedad, con objeto de tener misa todos los domingos en Overa sus vecinos, manteniendo los feligreses un capellán para decirla, con la obligación impuesta al curato de Huércal de abonarle además al dicho capellán 250 reales anuales para que les explicara y enseñara la doctrina cristiana.

La erección tuvo el carácter de ayuda de parroquia, donde se celebraron bastante tiempo los bautismos, matrimonios y entierros; éstos en la misma iglesia. Los fundadores, Sr. Rubio y su esposa Dña. María García y a quienes había reconocido el derecho de patronato el señor Obispo, por su testamento de 1 de septiembre de 1714, entre otros particulares secundarios referentes a dicha Iglesia, expresan ser sus obligaciones: reedificar y ensanchar la obra y mantener con luz el altar del del Santísimo, pues lo demás era carga de la parroquia de Huércal; que las casas contiguas habían de ir pasando a sus sucesores en el patronato.Fue presentado por S.M., como primer beneficiado, D. Juan Antonio Marín.

Santa Bárbara.

Por otro testamento de la Dña. María García, ya viuda, fecha 1 de Septiembre de 1754, consigna: que para el alumbramiento del Santísimo, a que se obligaron ella y su esposo, y el aseo y culto de la referida Iglesia, la dotaron con un olivar en dicha huerta de Overa, quemse dice de la Santa, revalidando la dotación del mismo, y nombra por patrono sucesor suyo a su nieto D. Pedro José Sánchez Rubio y descendientes, rigiendo la naturaleza de los mayorazgos y vínculos de España, para perpetuar por este medio el culto en la Ermita, con la obligación de nombrar ermitaño, para el mayor aseo y cuidado, el que se incautaría del olivar donado para mantenerse con sus frutos y cuidar la referida Ermita; siendo derecho del patrono proponer al Obispo el dicho ermitaño y cuidar de que cumpla con su obligación.de las operaciones particionales al fallecimiento de Dña. María, conste quedar emprendida en la dotación y patronato de dicha Ermita la casa grande, compuesta de cuartos altos y bajos, parador, caballeriza y pajar, contiguas a la Ermita.

Frente a la puerta de la Ermita de Santa Bárbara, hay una cruz de mármol, con la siguiente inscripción:
DUODÉCIMA ESTACIÓN. AQUÍ PUSIERON A CRISTO EN LA CRUZ. ESTAS TRES CRUCES PUSIERON EL MAYORDOMO RODRIGO TENDERO, DOMINGO GARCÍA SÁNCHEZ, PEDRO ABELLAN Y BERNARDO GARCÍA. AÑO DE 1681.

*Ermita de la Purísima Concepción.




Ermita de La Purísima.
José García Parra, vecino de la villa de Huércal-Overa, obtuvo licencia del Sr. Obispo en el año 1711 para erigir en la Huerta de Overa y en el Campico que llaman de Nubla, una Ermita en honor del misterio de la Concepción de María Santísima, la que dotó con una pieza de tierra de dos fanegas de sembradura en el dicho sitio; y nombró por Patrono de ella a Matías García Parra, su hijo, a quien, así como a los demás sus sucesores, grabó con la obligación de hacer celebrar en la dicha Ermita de la Concepción, en cada un año, una misa cantada, dando de limosna 12 reales. Todo consta por su testamento, otorgado en 4 de Marzo de 1712 por ante Don Pedro Sánchez Rubio.Y no habiendo tenido efecto la perfección de esta Ermita hasta el año 1738, en él representó el dicho Matías García Parra al Sr. Obispo cuanto queda relacionado y estar la dicha ermita concluida y ornamentada; y así mismo escribió un tanto de escritura, por la que dotó la dicha Ermita con una parte de huerto poblado de árboles frutales, contiguo a ella, la que pasó ante Pedro José Sánchez Rubio en 6 de Junio de dicho año.Y en vista de todo ello se sirvió el Señor Obispo expedir licencia, en forma para bendecir la aludida Ermita y celebrar en ella elSanto Sacrificio de la Misa, en la ciudad de Murcia,fecha de veinticinco de Junio del precitado año, la que cometió al Sr. Licenciado Don Miguel Sánchez Rubio, Abogado de la Real Chancillería de Granada y Beneficiado de la parroquia de nuestra villa el que la practicó el día 29 del mismo. Consta por tradición que la fundación de esta Ermita obedeció a la siguiente causa: «Estando varias bestias pastando en el referido paraje de la Concepción, un niño de la familia del fundador José García Parra, hubo de montarse temerariamente sobre una yegua cerril, en ocasión que ésta se encontraba acostada y el animal, al sentir sobre sí aquel extraño peso, a que no estaba acostumbrada, se levantó violentamente del suelo y emprendió una rápida carrera llevando en el lomo al joven, que se cogió de la crin. Los padres, al contemplar tan horrible acontecimiento, temieron, como era natural, la muerte violenta del niño y en un arranque de fe cristiana ofrecieron a la Virgen construirle un Santuario en el sitio donde parara la yegua, salvándose la vida del infante; y efectivamente, al llegar el animal al mismo punto donde hoy se eleva la Ermita, quedo parado y el niño en salvo.


La Purísima Concepción.
Esta Ermita de la Concepción fue ampliada en el año 1860, dándole las dimensiones que en la actualidad tiene, unas diez y ocho varas de larga por seis y media de ancha, casi doble de lo que antes era, con una especie de nave al lado Norte, de 4 por 9 varas, que sirve de sacristía. Fueron las obras costeadas totalmente por los feligreses de la misma que entonces, además de los que ahora la componen, comprendía también a todos los vecinos existentes en el lado del partido de Overa, situados entre la rambla de Almajalejo y la cañada del Santo, que es la más poblada e importante, y que después se llamó y se llama ahora «Feligresía de Nuestra Señora de la Soledad».


Haría escasamente dos años que se habían terminado estas obras cuando se vieron consternados los vecinos por la persistente y amenazadora corrida de terremotos que, durante el verano del año 1853, sembró el espanto por toda esta región, y que en Overa, como decimos en otro lugar, dejaron sentir más fuertemente que en otros sitios. La recién ampliada Ermita sufrió bastante, agrietándose toda la bóveda que estaba muy bien construida, como lo prueba el hecho de haberse sostenido en este estado hasta el año 1906 en que se derribó. Ya en 1898 hubo necesidad de que personas peritas reconociesen aquella bóveda, cuyas grietas cada día se acentuaban más; y aunque por éste tiempo no corría peligro inminente, tampoco era su estado tranquilizador. Pasaron seis años y llegó el momento de pensar en el arreglo de la Ermita, pues habiéndose desplomado la pared del lado Sur, y desmoronado algo los estribos de los arcos, el peligro de un hundimiento cada día era mayor.

En esta situación las cosas, y después de alguna tentativa, sin efecto, para recaudar fondos, tuvo una feliz idea, por el resultado que dio el honrado vecino, fervoroso cristiano y gran devoto de la Stma. Virgen, Miguel Giménez Parra. Mandó comprar en Granada, de donde es el artístico y, hermoso cuadro de la Purísima Concepción que en la Ermita se venera, un décimo da lotería para la jugada de Navidad del año 1905, con el propósito, que realizó, de repartirlo entre todos los feligreses proporcionalmente y según lo que pagasen de Capellanía, y siendo condición precisa tener ésta abonada o abonarla para jugar la parte de lotería que le correspondiese. Hubo cuatro o seis vecinos que quedaron sin jugar, por no cumplir esta condición, y el referido Miguel Giménez jugó, además de la suya, las participaciones que a estos individuos correspondían; siendo su pensamiento buscar la ocasión de poder hacerse de fondos para restaurar la Ermita y dejar el asunto, como decía, en manos de la Virgen. Se verificó, pues, la referida jugada, y el primer número que salió del bombillo fue el 28.604, que era el del décimo que en esta feligresía se jugaba, en la forma referida, y que fue agraciado con el sexto premio, correspondiendo a dicho décimo 25.000 pesetas; las que se repartieron como la lluvia, pues el repetido Miguel Giménez tuvo la generosidad de abonar bastantes participaciones que ni en conciencia ni legalmente se le podían exigir, haciendo partícipes de una o de otra manera a todos sus convecinos. Al verificarse el pago, se descontó a todos los partícipes el 3 % para el arreglo de la Ermita, pues Miguel Giménez no quiso descontar más; debiéndose hacer constar que todos estaban dispuestos a dejar para este piadoso fin la parte que les dijese. Con este descuento y alguna limosna que dieron de poca consideración se reunieron aproximadamente 4.000 reales,y con dicha cantidad , el día 2 de marzo de 1906 se empezó el derribo de la agrietada bóveda y parte de la pared del lado Sur, bajo la dirección del reputado maestro de obras en la ciudad de Cuevas Don Antonio Montes. Al edificarlas nuevamente, se elevó una vara sobre la altura que tenía, quedando la nave muy bien proporcionada en sus dimensiones. Se hizo también en esta ocasión una especie de atrio o ensanche alrededor de la Ermita, con un buen muro al lado Sur, que además de hermosear el edificio, le era de mucha necesidad. Se pavimentó de losa de cemento; se hizo una hermosa cristalera para el cuadro de la Purísima; se compraron dos lamparitas de metal dorado y una de cristal, con algunos otros adornos de menor importancia, y que entre todo hacen a esta Ermita, dentro de sus dimensiones, la más bonita de nuestro término.

Importaron las obras, que duraron algo más de dos meses, la cantidad de 11.534 reales; de los cuales 7.500 fueron donativo del tantas veces nombrado Miguel Giménez, a quien deben sus convecinos no poca gratitud.





Finalmente, el día 23 de Junio de 1906 por la tarde, bendijo la restaurada Ermita el entonces Arcipreste y Cura propio de Huércal-Overa, Dr. D. Juan Guijarro Ruiz, y al siguiente, festividad de San Juan Bautista, que aquel año fue Domingo, se dijo la primera Misa, que celebró y predicó en ella Don Juan Sánchez Guerrero, a la sazón capellán de la feligresía.

*Iglesia de la Soledad.







Iglesia de la Virgen de la Soledad.
Más de cincuenta años hace que entre los vecinos de Overa residentes en los caseríos de Calderón, los Navarros, los Viudez, los Martínez y los Menas hasta la Cañada del Santo, existía la idea de construir una Ermita en el sitio de los Menas, punto céntrico de todo Overa, donde pudieran oír Misa y evitarse las molestias que les ocasionaba el ir a la de Santa Bárbara, situada en el extremo Este del Anejo, o a la de la Concepción, separada por el río de los antedichos caseríos; pero fracasaron las diferentes tentativas puestas en práctica, por la forma económica de su planteamiento, hasta que en el año 1884, Don Diego Miguel Mena Parra y Don José María Sánchez Benítez, Presbítero, tomaron empeño en realizar el pensamiento, y con la actividad que les caracterizaba empezaron a formar listas de vecinos para organizar los trabajos, llegando a reunir la mayor parte de los materiales que la Iglesia contiene.

Alguna interrupción debieron sufrir estos trabajos,y también parece ser que no se recaudaron fondos para la edificación; pues llegó el 29 de Julio de 1885 y nada había construido.En dicho día,consternados aquellos vecinos por haberse dado los primeros casos de la epidemia colérica que entonces sembraba el luto por esta parte meridional de España, sacaron en procesión, implorando su protección y amparo, una imagen de N.S. de la Soledad, que pertenecía a la vecina Rosa Pérez, y que la cedió para que recibiera público culto; y después de llevarla por la carrera, que desde entonces todos los años en igual día recorre, la depositaron en una especie de capillita o templete que, en el sitio que actualmente ocupa la Iglesia, construyeron rápidamente con ramas de árboles y adornaron con flores, donde empezaron a ir a depositar a los pies de la Virgen sus plegarias y oraciones.

El día 1 de Agosto, por la mañana, fueron llevados al cementerio de Huércal-Overa nueve cadáveres de los atacados en los días anteriores, lo que produjo en el pueblo la natural alarma.
Entonces, nuestro inolvidable Cura D. Salvador Valera Parra, a pesar de los achaques que por este tiempo sufría, tomó la resolución de trasladarse a Overa, donde le llamaban los deberes de su sagrado ministerio. Ni los sacerdotes ni otras personalidades de pueblo querían dejarle salir de casa; pues aunque el viaje no era muy incómodo, parecía a todos peligroso para aquel santo anciano y padecido; pero todo fue inútil; los vecinos de Overa eran sus feligreses, eran sus hijos, y no podía dejarles sin los consuelos que como padre podía prestarles.
Llegó pues a Overa, y acompañado de la muchedumbre de vecinos que le rodeaban y besaban las manos, recorrió la mayor parte de las casas del partido, consolando a unos, animando a otros y diciendo a todos que ya pasó (como sucedió), se verían libres del cólera; pero que no dejaran de implorar el auxilio de la Stma. Virgen, y que por las noches se reunieran en torno a Ella y rezasen el santo Rosario.

Así lo hicieron, y después de rezar, cantaban al sonido de la guitarra, coplas a la Stma. Virgen de la Soledad y alusivas al pensamiento de edificar la proyectada Ermita; tarea que desempeñaba muy bien el trovador Baltasar Parra Fernández, acabando siempre estas reuniones por recolectar alguna limosna o al menos el compromiso de darla.

Según el testimonio de Dña. Francisca Castellón, familiar del citado trovador, una de las trovas decía así: "Ven aquí reina del cielo / ven aquí madre de gracia / ven aquí Virgen bendita / a disfrutar de tu casa".
En pocas noches reuniéronse algunos fondos, y como no había buena cantidad de materiales, entró en los feligreses cierta impaciencia por empezar la Ermita y gastar el dinero reunido, y sin contar con los referidos señores Don Diego Miguel y Don José María, que a la sazón estaban ausentes, levantaron, durante este mismo verano de 1885, una capilla de 4 por 4 varas, insuficiente a todas luces para el objeto que se perseguía, estropeando con este arrebato el plan que los mencionados señores tuvieran concebido, y dando motivo a desavenencias; dejando para mejor ocasión la realización del pensamiento.


Virgen de la Soledad.

Aunque pequeña, fue la capilla habilitada al fin para decir Misa, y bendecida por el ilustrado y virtuoso Sr. Arcipreste y Cura propio de Huércal-Overa Dr. D. Alonso Giménez Parra. Mas cuando se celebraba Misa, las gentes tenían que oiría en la calle; siendo esto fundado motivo para que no se acallasen los lamentos de todos, culpándose mutuamente de que por falta de unión no tuvieran Iglesia. Pasaron de este modo los años y
casi inesperadamente, o al menos sin previo acuerdo de lo que se iba a hacer, pues solo contaban con 180 pesetas de fondos, se empezó la obra, tanto siempre deseada, el día 6 de Febrero de 1901; se suspendió en Julio, y se continuó en la primavera siguiente, hasta su terminación en Julio de 1902; dándose el caso curioso, y que manifiesta la buena voluntad que en todos hubo, que cuando se terminó la obra, quedaban en el fondo las mismas 180 pesetas con que contaban cuando se empezó.

Dirigió los trabajos el maestro de obras Don Antonio Montes, de la ciudad de Cuevas, y mide la única nave de que consta 20 por 8 varas de luz; habiendo además dos habitaciones de 4 por 4 varas cada una, que en la actualidad sirven de sacristía y de baptisterio siendo, la destinada a este servicio, la primera capilla construida. Tiene coro amplio y bien dirigido, cuya bóveda, aunque es de medio punto rebajado, está elevada y no resulta mal. La construcción es muy sólida, habiéndose empleado en ella materiales de la mejor calidad.
Es imposible averiguar el importe fijo de esta obra; pues se hizo totalmente por prestación vecinal, rivalizando, sino todos, la mayor parte, en proporcionar lo que podían; siendo muy original la forma de recaudar el dinero que era indispensable gastar.
Interior de la Iglesia Parroquial.
En un día dado, salían unos cuantos vecinos por distintos sitios de la feligresía, recogiendo una gallina de cada cortijo. Sin distinción, tomando ésta faena el nombre de recogida de gallinas. Entre tanto iba uno a Huércal y avisaba a un gallinero de los que llevan aves a Barcelona y en una mañana, sin hacer listas ni otros enredos, reunían de 400 a 500 pesetas, y hasta otra. Sin embargo, ningún vecino hizo donativo importante, que merezca consignarse aparte. Todos dieron lo que pudieron claro que guardando las proporciones de posición, condiciones, etc.
Fue bendecida por el coadjutor y teniente Arcipreste de Huércal-Overa Don Andrés Navarro Sánchez, en 29 de Julio de 1902, celebrando este señor la primera Misa en el mismo día, en el cual todos los años se efectúa la fiesta de N. S. de la Soledad, en memoria de haberse sacado procesionalmente por primera vez en igual fecha del año 1885.
Desde el día de su bendición está sin interrupción abierta al culto. En 1 de Mayo de 1908 fue erigida en Rectoría, de las creadas en el arreglo parroquial de esta Diócesis de Cartagena el año 1907, con el título de N. S. de la Soledad y Santa Bárbara, según queda consignado. La demarcación de esta. Rectoría es la expresada en la siguiente certificación: «Don Ramón Fernández Suárez ,Presbítero, Dignidad de Maestrescuela de esta Santa Iglesia Catedral y Secretario de Cámara y Gobierno del Obispado de Cartagena, Certifico: Que la demarcación de la iglesia Rectoral de la Santísima Virgen de la Soledad y de Santa Bárbara de la Diputación de Overa, anejo de la parroquia de Huércal-Overa, según el nuevo arreglo parroquial, es la siguiente: «Limitará al Norte desde la rambla de Almajalejo, por el barranco de la Noria, que está al Norte de Calderón, a la Sierrecica, Loma del Alvarico; cruzará la carretera de Vera por la Cruz de la Madre de Dios, y desde este punto al Molino del Judío; al Este desde dicho molino hasta el término de Cuevas, línea que debe pasar entre las cortijadas de los Oribes y de Chaupí; al Sur y Oeste el término de las parroquias de Cuevas, Antas y Zurgena (Almería).» Así resulta del expediente original que obra en esta Secretaría de Cámara a que me remito. Y para archivar en la Iglesia Rectoral de Overa, expido el presente que con el V. B.° de S. E. I., firmo y sello en Murcia a primero de Abril de mil novecientos ocho. V. B.»: El Obispo, Dr. Ramón Fernández. Hay un sello que dice: «Obispado de Cartagena».

*Ermita de San Miguel (1747).

Don Diego de Mena Llerena, vecino de Huércal y Alguacil Mayor y Regidor perpetuo de ella, solicitó licencia del Eminentísimo Sr. Cardenal Don Luis Belluga, para erigir una Ermita en honor de San Miguel Arcángel, en el partido de Overa, de la jurisdicción de Huércal-Overa, la que le fue concedida en 29 de Marzo de 1711, con las condiciones de ornamentarla y dotarla.


Ermita de San Miguel.


Y no habiendo tenido efecto, Don Ginés de Mena Segura, Presbítero de aquella villa, deseoso del mayor culto del Sr. San Miguel recurrió en el año 1747 ante D. Juan López de Saenz, Obispo de Cartagena, haciendo presente la licencia que antes había sido concedida para la erección de dicha Ermita, y también su deseo de que se erigiera en un monte alto, poco distante de dicha Overa, y contiguo al Campico que llaman de Nubla, y suplicó se le diera licencia para su erección, obligándose a ella y a ornamentarla y dotarla; lo que fue concedido por decreto de 7 de Marzo de dicho año, en el que se previno que estando perfeccionada, ornamentada y dotada a satisfacción del Sr. Don Gabriel de Salas, cura de aquella parroquia, éste la bendijera para que se celebrase el Santo Sacrificio de la Misa.

San Miguel Arcángel.
Habiéndose construido dicha Ermita en el expresado monte y ornamentada con la mayor decencia, el dicho Sr. D. Ginés de Mena, por escritura pública que otorgó en 20 de Marzo de 1747, ante Don Pedro José Sánchez Rubio, Escribano, la dotó con los bienes siguientes:
Primero: Con 4 bancales de riego en la huerta de Overa en el pago de la Veinteiuna, que lindan: Saliente, con el Carril; Mediodía, con Rodrigo y Espío; Poniente, con Salvador Ballesta, y Norte, con Inés Viudez García.
Segundo: Con tres olivos grandes en dicha Huerta que llaman del Romero, apreciados para este efecto en 200 ducados: lindan, Saliente con dicho Carril; Mediodía y Norte con el otorgante y otras dos acequias, y Poniente con la acequia madre de arriba; reditúan 20 ducados.
El 22 de Marzo de 1747 el dicho Cura bendijo la Ermita y celebró en ella la primera misa.


*Ermita de San Agustín.

Está edificada esta Ermita en la Colonia Agrícola «La Florida de San Antonio», propiedad de D. Antonio Ayas Sánchez, Presbítero, y unida a la casa principal de la Colonia, que es la que habita el dueño. Mide, aproximadamente, con la sacristía, 10 por 6 varas; está muy bien adornada, y tanto el gasto de edificación y adorno, como el sostenimiento de capellán y culto, corre a cargo del referido Sr. Ayas Sánchez. Fue bendecida en el año de 1872 por el venerable Arcipreste y Cura propio de Huércal-Overa Don Salvador Valera Parra, desde cuya fecha está sin interrupción abierta al culto, gozando de los privilegios de capilla pública.


*Ermita del Pilar.



Ermita del Pilar.
Después de la Guerra Civil (1933-1939) se inicia un período de escasez y , en muchos casos, de hambre que hacen que las personas necesitadas se dediquen al estraperlo (Comercio ilegal de artículos intervenidos por el Estado o sujetos a tasa.).

Por esta y otras razones se instala, en “el Cruce” (intersección de la carretera N-340 con la comarcal que bordea el Valle del Almanzora y une Huércal-Overa con Baza) el llamado “ Control” de la Guardia Civil, por lo que varios agentes de este cuerpo son destinados a Overa.
Uno de estos guardias civiles, Don Francisco Ortiz, junto con su familia, fijó su residencia en nuestra tierra y se hizo nuestro paisano. Según testimonio de Doña María Navarro, vecina y amiga de dicha familia, este señor habiendo luchado durante la Guerra en el bando nacional, contrajo la promesa de hacer una capillita a la virgen del Pilar (Patrona del cuerpo de la Guardia Civil) si salía indemne de la contienda. Fue así como compró la imagen y la instaló en su casa.
Mediaba la década de los cuarenta cuando este señor y la familia de “La Tenienta” (los hermanos Doña María y Don Juan Parra Fernández, que alcanzaría el grado de Coronel de la Guardia Civil)) decidieron construir la ermita actual. Para lo cual esta familia donó el local, que a la sazón era un porche para guardar el carro, y el señor Ortiz , consiguió el dinero y también puso la Virgen.

Virgen del Pilar.

Según D. Cristóbal Alarcón Parra, no hubo una aportación popular, pero sí alguna ayuda, como la que prestó desinteresadamente Alonso de Gaspar (D. Alonso Martos Ruiz), transportando con sus carros los materiales necesarios para su construcción.
Aunque abierta al culto público, la Ermita del Pilar es una propiedad privada perteneciente a los hermanos Lucía y Cristóbal Alarcón Parra, según consta en escritura pública.

Desde su construcción, la barriada donde se ubica tomó su nombre y celebra sus fiestas el día 12 de Octubre.





ASOCIACIÓN SOCIOCULTURAL MUJERES DE OVERA: ORÍGENES Y DINAMIZACIÓN SOCIOCULTURAL

                                                          Por Ana Castelló. Presidenta de la Asociación.



                                            
Para empezar, me gustaría saber escribir para poder estar a la altura de los que han elaborado este blog. Aprovecho para felicitarlos por este proyecto, que tan felices hace a quienes lo visitamos. Mi forma de contribuir a él es haciendo un  resumen de la breve historia de la Asociación que presido, y aquí represento, y de los objetivos e inquietudes que guían nuestra forma de entender la dinamización sociocultural de nuestro entorno.

GRACIAS POR VUESTRO ESFUERZO DESINTERESADO





Recuerdo nuestros comienzos como asociación….Hacía tiempo que me rondaba por la cabeza pero nunca me atreví, incluso ni lo llegue a comentar con nadie. Fue una noche, en el año en que  mi hermana Rosa se caso, sus amigas se fueron de despedida de soltera y les sobro algo de dinerillo…Con éste, decidieron juntarse una noche a cenar en el Sureste e invitaron a participar a más gente. Pero, eso si, tenía que ser mujer. Estábamos como locas con la idea ¿Qué nos ponemos? ¿Qué llevamos?...Al final acordamos que nos vestiríamos de negro, iríamos todas iguales, con algún detalle rojo. Y cenamos en la parte de arriba del Sureste. Mí querido amigo Pedro nos lo puso todo muy fácil con su ingenio e imaginación, y lo pasamos genial.



Esta junta me llevó a madurar la idea de la de cosas que podríamos sacar adelante un grupo de mujeres si nos decidimos a trabajar unidas. A partir de ese momento lo decidí: tenemos que formar una asociación de mujeres.  Al compartir este pensamiento con muchas de ellas les pareció propósito fantástico. Pero…. teníamos que ponernos a trabajar: elaborar estatutos, múltiples papeleos, como dar de alta la asociación, y, entre lo más importante, conseguir gente comprometida que contribuyese a afirmar nuestra identidad.

Yo, no tenía ni idea de cómo hacer unos estatutos, pero personas de mi entorno me ayudaron. Buscamos información  y me puse en el camino para que empezara mi andadura en el apasionante y a la vez difícil mundo del asociacionismo.



 La Asociación Sociocultural de Mujeres de Overa había nacido. Y tenía muy claro cuales serían nuestros objetivos:
1.                 Dignificar el papel de la mujer en nuestra sociedad
2.                 Representar los intereses de las mujeres asociadas en todas las cuestiones de interés común que le sean propios y actuar como centro de actividades culturales, recreativas, artisticas y formativas con el fin de conseguir un desarrollo integral de la mujer.
3.                 Implicar en el conocimiento y participación de todas las cuestiones de índole social económica,   política, medioambiental y cultural que se desarrollen en nuestro entorno
4.                 Fomentar la participación en cualquier foro de debate relacionado con la problemática de la mujer hoy día.

Si solamente consiguiéramos la mitad, habría merecido la pena.

Y así fue como en año 2006 nos constituimos como asociación  y empezamos nuestro caminar, lento, muy lento, pero con muchísima ilusión y tesón. A la primera reunión  asistimos diez personas, pero no nos importó, sabíamos que, poco a poco, las mujeres de Overa se irían animando. Y así fue. En la actualidad somos 70 socias.


En todo este trayecto (aún corto, pero eso no lo hace menos intenso) hemos realizado actividades variadas en las que hemos intentado, sobre todo, que las mujeres de Overa participaran. Y en parte lo hemos conseguido, y digo en parte, porque me habría gustado que el número de participantes hubiese sido mayor. Entre algunas de las actividades que hemos realizado destacaría:


 

    Nos atrevimos hacer la fiesta de overa en el 2007, e hicimos participe de la misma a nuestra amiga María José con la elaboración y lectura del pregón.




   Vicenta Marín nos dio una conferencia relacionada con la mujer. En ella que nos sentimos orgullosas de que mujeres de nuestro pueblo hayan alcanzado las altas cotas profesionales y académicas que Vicenta representa.






  
 Hicimos una exposición de fotografías relacionadas con Overa en el pasado. Recuerdo con que ilusión los vecinos buscaban entre sus cosas alguna foto olvidada que reactivase nuestra memoria.



·      Visitamos la Feria de Artesanía de Lorca.
·      Hicimos talleres de autoestima
·      Dietética y Nutrición
·      Consumo
·      Maquillaje


    

 Charla informativa sobre el cáncer de mama. Con la colaboración de una ginecóloga del Hospital de Huércal-Overa y la presidenta de la asociación “Coalmama” de Huércal-Overa.



   

 Lola Zurano, amiga, asociada y gran pintora, nos dio clases de pintura. Con ella realizamos cuadros que después expusimos en las fiesta de Overa





   Realizamos un curso de cocina en el que mucho aprendimos y …más comimos.






    Se realizó una obra de teatro con la ilusión y el gran esfuerzo de un grupo de mujeres y hombres que, desde tiempo, albergaban el sueño de poder realizarla….al fin lo consiguieron  y con “Maribel y la extraña familia”, de Miguel Mihura, se pasearon entre nosotros y nos hicieron disfrutar. De ellos esperamos ansiosas la continuación y culminación de esta empresa.


      Hemos celebrado en varias ocasiones el día 8 de marzo, con asistencia masiva de vecinos de Overa. Todas estas celebraciones, en las que no faltan las  paellas y comilonas, han merecido la pena, pues las mujeres han salido a la calle y ese día han roto su rutina diaria.



·      Tampoco hemos de olvidar las tan esperadas cenas de Navidad, herederas ampliadas de la junta primigenia que daría origen a la Asociación.

Nuestra primera cena como Asociación: Navidad 2006



Cena Navidad 2007
 


´Cena Navidad 2008


Cena Navidad 2010


 Nos quedan muchos proyectos por realizar. Como el libro de recetas gastronómicas, que está en marcha, pero aún necesitamos un poco de tiempo para concluirlo,

Una de mis mayores ilusiones se verá culminada cuando la Asociación disponga de un local propio para poder desarrollar y materializar otros proyectos que tenemos en mente.
  Tengo la certeza de que todas las socias me animan a que siga con este proyecto, que hace 6 años comenzamos, y en el que las mujeres hemos participado  muy vivamente en actividades socioculturales dentro de nuestro pueblo. Todas y cada una de las socias son piezas imprescindibles dentro de este engranaje sociocultural y afectivo que es el asociacionismo. Pero algunas de ellas, con su  apoyo incondicional y su trabajo permanente, hacen que la Asociación camine. Entre ellas tengo que nombrar a Vicenta Castelló, que cuánto disfruta con las cenas de navidad, la lotería…..siempre con el teléfono avisando y llamando, es incansable. Paca Parra,  continuamente dispuesta a colaborar con las actividades y siempre preparada para todo. Mari Carmen, invariablemente solícita y con su casa abierta para todo lo que haga falta: un cuchillo, una escoba …lo que sea.

Mari Tere, asistiendo desde Almería a reuniones de la Asociación, y colaborando en Overa en todo lo que esté en su mano. Mari Castelló,  desde  la sombra e intentando pasar desapercibida, con su templanza, soportándome y apoyándome. Lola Zurano, armada de paciencia infinita en las clases de pintura. Ana García, la cordura personificada, cuyos juicios y reflexiones conducen ciertas travesías tempestuosas a buen puerto siempre.


Por último, no quisiera olvidar, en un sentido recuerdo, a quienes no están entre nosotras. Ellas son quienes me dan la fuerza y tesón para persistir en este proyecto. Ellas son quienes, pese a atravesar momentos de amargura y desencanto, hacen que renazca en mi la ilusión y una obstinada voluntad por mantener viva la llama de nuestra Asociación. Una Asociación que, en la medida de sus posibilidades, ha de persistir en la lucha por la igualdad en todos los órdenes vitales, buscando erradicar cualquier signo de violencia física o psicológica que limite a la persona su plena realización y la subyugue ante nadie.